30.12.04

Oceano Atlantico....


Tú que das y quitas vida sin miramientos,
tú que eres juez injusto con todo lo que se te pone por delante,
tú que devoras y amas todo aquello que llevas dentro,
tú que arrancaste un trozo de mi alma en un instante.

Qué díficil es amar algo que tanta rabia encierra,
qué poco coherente es querer tu odio sin límites,
qué extraño no poder vivir sin tus olas enervadas,
qué estúpido amor en mi interior inhíbes.

Tú que tantas noches cómplices me has dado,
tú que tantos días y paseos me has concedido,
tú que a tus anchas conmigo has jugado,
tú que largas horas en tus entrañas me has tenido.

Qué bonito era contemplarte con la persona querida,
qué explendido es tenerte a solas una madrugada,
qué extraño es el roce de tu espuma cuando me tienes sumida,
qué relajante es mirar en tí el ocaso estando desesperada.

A tí, que no me faltas al despertarme...
A tí, que te diviso en cualquier momento del día...
A tí, que no sabría como llevarte si tengo que alejarme...
A tí, que te necesito, como el aire cuando aún respiras...

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