2.1.05

Novedades...

Después de una semana de vacaciones vamos a seguir con nuestras publicaciones de los domingos... Pero vamos a introducir una novedad... Ahora cada uno publicará dos poesías... Yo doy mis cinco palabras, Edu da sus cinco palabras y cada uno hace trabajo doble... Así que si pretendemos ponernoslo difícil... Nos lo pondremos difícil a nosotros mismos.... Vamos allá... Los dados están echados...

Las palabras que Edu me dió: Diario, maestro, postal, rebajas, juez...

El diario aquel del quinceañero
se ha convertido en un Cuaderno de Bitácora,
donde plasma amores, viajes y cabreos
y los abrazos que comparte con la almohada.

Poco aprendió de su viejo maestro
ya que sus frases vacías no valían de nada,
se mueve por impulsos y pases de diestro
que comparte con alguna de sus bellas amadas.

Me manda las postales de sus viajes,
Segovia, Madrid, Rio de Janeiro, Salamanca...
Me deleita con poesías que son como trajes,
con las que siempre las lágrimas me arranca.

Nunca pongas tu corazón a la venta en las rebajas,
jamás dejes ni un ápice de tu sonrisa en una esquina.
Cuando algo te sobrepase y no te haga caso: me regañas.
Si aún puedes gritar, se dará la vuelta y te oirá esta mina.

No soy juez de tus acciones diarias.
No soy el duende que vigila tus sueños.
Intentaré ser quién te aconseje en las cosas extrañas.
Aplacaré tus pesadillas con trucos extremos...

Las palabras que yo le di a Edu: hadas, abismo, musica, hastío y Everest.

Como salido de un cuento de hadas
apareciste una noche muy lejos, solo, silencioso,
amable, reservado, con miradas controladas,
extraño, sincero, atractivo y al mismo tiempo misterioso.

Con una tarde bastó para que desaparecieras,
tres meses oculto entre olas y algún que otro abismo.
En mi mente se quedó tu cara como si la esculpieras
y todo mi mundo siguió girando sobre si mismo.

Pasaron horas, semanas, meses y mi vida seguía como siempre,
solo recordaba tu cara, tu olor, tus ojos y tu aroma.
Solo eras un grato recuerdo aparcado en mi mente,
una música que cada mucho a mi mente se asoma.

Regresaste una noche de verano en medio de un gran hastío,
pasaron las horas, los días, las noches, los detalles
y algo, poco a poco, nos fue uniendo, quizás el destino,
quizás nuestra soledad, quizás la afinidad, quizás los no me falles.

Y cuando todo estaba bien, cuando ya era real nuestra amitad,
desapareciste otra vez y me congele como la cima del Everest.
Una foto para recordarte... tus palabras para no olvidar...
Y después de que vuelvas... ¿Que pasará después?

No hay comentarios: