Toda mi vida siempre he soñado con ser vampiro y colaborador de contrabando. Lo primero lo conseguí hace tiempo, y lo segundo se inaugura con este escrito, lo que para mí es sin duda un honor, tratándose del Templo con más morbo de toda la blogsfera.
Comoquiera que mi habitat natural es la noche, aún debiera ahora estar durmiendo, pero he decidido -sin que sirva de precedente- madrugar en esta ocasión, para asomarme a las ventanas de este templo al que el azar y posiblemente la fortuna me han transportado sin que yo pudiera oponer apenas resistencia.
Es un placer compartir habitáculo con nanyta e ignoro cuánto tiempo durará esta travesía, pero lo que sí es seguro es que intentaré aportar mi granito de arena para que la noche adquiera matices propios de mi espíritu vampírico.
Saludos y mordiscos.
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