13.10.06

Tus rejas...


Te echaré de menos cada vez que vea pasar los trenes que se alejan, cada vez que oiga eso de te dejo que me sale el tren para Atocha. Te echaré de menos cuando 20.000 personas canten la misma canción. Sólo una vez el sol se portó como un ser vil y maligno conmigo y me quemó la piel pero tú corriste a darme dosis de aftersun mientras me recitabas a Benedetti al oido. No volví a saber lo que es una insolación y la verdad es que es una pena. Echaré de menos cuando despertaba y había guiños en papel impreso, relatos ocasionales, compartimos la poesía.

Pero ahora estas medio muerto y no se como devolverte a la vida. Quiero darte mi aliento para que puedas sacar de esto una poesía más, otro relato, volvería a Atocha a buscarte si fuera realmente necesario para sacarte del silencio que te ahoga, de las tinieblas que te envuelven, de los brazos que te retienen. Te haría una cama de tulipanes y una almohada de nubes para que estuvieras tranquilo y se te quitara el dolor que sé que llevas dentro.

Sé que me lees, un duende me lo dijo hace dos noches, y yo te recuerdo, pero no como quién recuerda al pasado, no como quién recuerda a alguien que está muerto, sino como quién recuerda el presente que está muy presente, como quién recuerda a quién tiene que salir a gritar. Vuelve y grita conmigo. Eso es lo que pretendo con esto. Sólo que vuelvas hacia mí, o que yo vuelva hacia tí. Tú eliges. Tú llevas las riendas.

Querría escribirte una poesía, pero me es imposible, vuelve y te haré la Poesía Que te Debo.

A Las Manos Que Me Dieron AfterSun Con Más Cariño.

Recordade:

Meigas

Habelas Hailas…

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